Los restos del patrimonio musical antiguo que han llegado a nuestros días son escasos. Si no fuera por el aporte de su representación iconográfica (Pinturas, Esculturas, Grabados, etc) quedaríamos a merced de nuestra imaginación o la de algún osado director de cine que intente ilustrarnos como tan acostumbrados nos tiene este arte.
Estas imágenes dan testimonio de la presencia musical principalmente en festividades o rituales.
Otras fuentes históricas también certifican la importancia de la música en las culturas primitivas. En la biblia, por ejemplo, "Yubal fue padre de todos los que tocan la cítara y la flauta" (Génesis 4, 21). Las personas de aquella época se agrupaban en categorías: pastores, músicos y herreros. La música, como elemento fundamental del rito, era el agente intermediario entre los dioses y los hombres.
Las fuentes musicales de aquella época son prácticamente desconocidas o escasas, y los términos utilizados para definir instrumentos musicales son imprecisos. No obstante, los especialistas parecen acordar en la importancia que tenían algunos de estos como el arpa, la cítara, la trompeta y la flauta
Tras lo expuesto, hablar de género musical sería incomprobable como mínimo. De todas formas, los expertos suponen que el Himno estaba compuesto de una larga estrofa o varias encadenadas, y la Letanía probablemente constara de secciones variadas alternadas con un versículo inmutable. Estos dos géneros, según las representaciones gráficas halladas, tenían un puesto privilegiado en las ceremonias religiosas. El Salmo a su vez, conservaba el principio de los versos y el estribillo, invitando a la audiencia a repetirlo de forma regular.
La Lamentación se interpretaba en ceremonias fúnebres o ritos de súplica colectiva ante un peligro, y el Encantamiento, cantado o recitado, cumplía una función mágica.
En las pinturas de las tumbas reales de la Dinastía XII del antiguo Egipto, aparecen los músicos de un banquete funerario. Esto al menos nos permite reconstruir una visión de conjunto.
La práctica de la música en esta cultura, está atestiguada treinta siglos antes de Jesucristo gracias a una abundante iconografía; y esto sólo se remonta al período helenístico que pone fin a la larga etapa de decadencia de un país que se encontraba bajo el domino de potencias extranjeras desde el siglo VIII.
Los músicos tocaban antes y después de los ágapes, junto a bailarinas, mimos y malabaristas. Pitágoras y Platón describen las virtudes educativas de la música en los egipcios y Estrabón explica que el estado controlaba muy de cerca el aprendizaje de esta arte ya que temían los excesos provocados por su práctica (si viviera hoy estaría algo asustado).
Para descifrar lo acontecido en la antigua Grecia, existen fuentes más confiables y bien documentadas. Los géneros se clasificaban de forma compleja siendo el principal el Nomos que constaba de una melodía muy sencilla acompañada de una cítara o aulos y estructurada en diversas partes. La Oda se interpretaba en situaciones solemnes. Las Escolias animaban la sobremesas. El Embaterre escoltaba a los guerreros en el asalto. El Péan era un agradecimiento a los dioses y el Pírrico estaba destinado a la danza. Por otra parte el Treno acompañaba los ritos fúnebres y el Ditirrambo parecía ser un himno a Dionisos y al placer.
Los géneros griegos estaban demasiado sometidos a los ritos religiosos, a su función social, al combate o al teatro como para poder ser considerados autónomos. Es probable que esto se haya acentuado por el hecho que el conocimiento de la música de la antigua Grecia se deba sobre todo a Boecio (480-524 d.C). Según la tradición griega extraída de las teorías de Pitágoras, las proporciones numéricas como fenómeno generador de una música la clasifica en tres categorías: Música mundana regida por el movimiento de los astros y de esencia matemática; Música humana que armonizaba la relación del hombre con el universo y la Música instrumentalis que crea objetos musicales a semejanza de la naturaleza.
En la antigua Roma parece que hubiesen renunciado a innovar en este terreno, dándole continuidad a los géneros previamente mencionados.
Fuente principal: Los géneros musicales - Gérard Denizeau (Ed. Robinbook, Barcelona, 2002)
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