En la entrega anterior realizamos un repaso del nacimiento del Blues, describimos la realidad que padecían aquellas personas y enumeramos algunos referentes musicales de la época. También, muy por encima y a modo anecdótico, mencionamos una incorporación tecnológica que, a mi humilde modo de ver, cambió las cosas para siempre.
Cierto día del mes de enero de 1877, Thomas Edison inscribía la patente del primer cilindro parlante. Un cilindro de cinc con revestimiento de hoja de estaño, originalmente ideado para el dictado en las oficinas que se encargaban de sus negocios. La cantante Lily Moulton fue la primera en grabar su voz con este aparato y quedó horrorizada de los chirridos metálicos que este producía. Diez años más tarde de le realizaron algunos cambios (como un cilindro de cera dura y un motor) para terminar produciendo la misma sensación en aquellos músicos que lo escuchaban.
Este novedoso inventó pasó por varias etapas. Producir cilindros no era una tarea sencilla. Significaba un proceso muy lento ya que era imposible hacer copias, sin embargo logró imponerse como moda. No obstante, quien logró que el fonógrafo fuese un práctico instrumento para distribuir música en grandes volúmenes fue el alemán Emile Berlinger. Logró grabar en un disco de cinc y luego inventó la forma de hacer copias por impresión de un disco negativo. Los discos se movían a cuerda hasta que Eldridge Johnson, un mecánico de Camden, fabricó para Berlinger un motor pequeño con un movimiento de reloj para que la bandeja portadisco diera vuelta.
Berlinger creó la Victor Talking Machine Corporation en 1901 y fusionó las patentes para que sus competidores pudieran utilizar discos en lugar de vinilos. El negocio creció y se volvió un negocio millonario, por lo menos hasta la década del 30 en que surgió la radio. Fue en este momento en que la compañía Western Electric logró que los aparatos de radiodifusión fueran aprovechados para mejorar la calidad de audio conseguida hasta el momento por las discográficas. Se reemplazó la bocina por un micrófono, convirtiendo las vibraciones por ondas eléctricas posibles de amplificarse mejorando notablemente la calidad del sonido.
Ya situados en los tiempos descritos en la publicación anterior, reitero la importancia de este evento ya que la música comenzó a industrializarse. ¿Qué significa esto? Que los dueños de la industria son quienes determinan qué se vende y qué no, qué debe escucharse y qué no, siguiendo los dictámenes de la moda. Esto (esté uno de acuerdo o no) potenció ciertos músicos y dejó de lado otros, por ende, todo lo que podamos resumir de la historia del blues y del rock, principalmente va a estar signado por las decisiones de los dueños de estas industrias que, lo último que desean, es perder dinero.
Ahora sí, retomando esta historia, comienza la década del 50 en donde el Rock and roll comenzó a ganar auge gracias a muchos grandes artistas que supieron dejar su marca.


Norteamérica, ya para los años 50, tenía en su haber dos guerras mundiales. Las nuevas generaciones habían sufrido la pérdida de seres queridos y hasta el desarraigo. La nueva música nace de estas entrañas, deseando expandir su potencial y liberar la creatividad. Era una fuerza motora que comenzaba a arrasar con todos los prejuicios y cánones sociales preexistentes.



Comparto a continuación algunos audios (están en formato video pero sólo por una cuestión técnica) de algunos de los grandes músicos iconos de esta época
1953 - Ray Charles - Mess around
1955 - Bill Haley - Shake, Rattle & Roll
1955 - John Lee Hooker - Dimples
1956 - Bo Diddley - Down Home Special
1956 - Eddie Cochran - Twenty Flight Rock
1956 - Elvis Presley - Blue Suede Shoes
1956 - James Brown - Please, Please, Please
1956 - Little Richard - Long Tall Sally
1957 - Buddy Holly - Not Fade Away
1957 - Gene Vincent - Lotta lovin'
1957 - Jerry Lee Lewis - Great Balls Of Fire
1957 - Jimmy Reed - Honest I Do
1957 - Sam Cooke - You Send Me
1958 - Chuk Berry - Johnny B. Goode
1958 - Everly Brothers - All I have to do is dream
Hasta la próxima
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